(CNN Español) — Las autoridades de Brasil arrojaron esta semana 28,7 toneladas de aletas de tiburón los cuales iban a ser exportados ilegalmente a Asia. Se trata del mayor desmantelamiento en la historia del país y uno de los mayores registrados en el mundo para este tipo de productos, según un comunicado publicado este sábado por el director de la Dirección de Protección Ambiental, Jair Schmitt.
Las aletas pertenecen a dos especies de tiburones, el azul (Prionace glauca) y el marrajo (Isurus oxyrinchus). Según el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama), la cantidad injustificada representa la muerte estimada de 10.000 tiburones, lo que tiene “un impacto ambiental considerable”.
Gran parte del desmantelamiento ocurrió en una sola empresa exportadora en Santa Catarina, en el sur del país. Allí se recogieron 27,6 toneladas de aletas. La otra operación fue en el aeropuerto de Guarulhos, São Paulo, cuando otra empresa pretende exportar 1,1 toneladas.
Según las autoridades brasileñas, Asia es el principal mercado consumidor mientras que en el país sudamericano “prácticamente” no se consume este producto. Tampoco se permite la pesca de tiburones en Brasil. Por otro lado, las embarcaciones involucradas no aplican las medidas obligatorias para evitar la captura y muerte de aves marinas, lo que provocó la muerte de miles de estas, incluidas algunas especies en peligro de extinción, dijo Ibama.
Las preocupaciones están marcadas en la operación Makaira, una acción institucional contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, que forma parte del Plan Nacional Anual de Protección Ambiental.