Un mensaje dentro de una botella de cristal; una carta de acceso a Hogwarts; un videoclip personalizado; un cómic o la portada de una revista; un mapa de metro; galletas de la fortuna con la información más relevante o incluso un póster. No hay límites para la creatividad a la hora de elaborar un currículum vitae capaz de superar las numerosas cribas, humanas y automatizadas, de un proceso de selección de personal que descarta en su primera fase el 98 % de las candidaturas recibidas. Pero tampoco es imprescindible llegar tan lejos, siempre que sepamos cómo personalizar nuestro currículum y resumir adecuadamente nuestros logros y aptitudes. “Cada proceso de selección es único y, por lo tanto, requiere un currículum que se adapte a las expectativas del contratador sin perder de vista los puntos fuertes del candidato”, esgrime Rolf Bax, responsable de estrategias de contenidos en CVapp.
Encontrar un puesto de trabajo al que poder optar y toparse con varios centenares de candidatos ya apuntados es una experiencia tan descorazonadora como habitual en cualquier plataforma de búsqueda de empleo. Conseguir abrirse camino entre la muchedumbre y visibilizar tu propia candidatura es una tarea titánica en procesos de selección que, muchas veces, se apoyan en sistemas de Inteligencia Artificial para reducir esa marabunta inicial a una cantidad mucho más manejable por los especialistas a cargo de encontrar el profesional deseado. Ahora bien, ¿qué se puede hacer para conseguir ser visto? Para empezar, evitar usar un mismo currículum para todas las ofertas: “Es importante revisar ofertas de puestos similares y adaptar el contenido del CV teniendo en cuenta las funciones, requisitos e incluso el nombre de los puestos que se incluyen en dichas ofertas. Y subir siempre el currículum en formato PDF, ya que los buscadores no permiten filtrar sobre imágenes y un archivo Word puede verse alterado dependiendo de la plataforma”, explica Natalia García, especialista en personas de la agencia de marketing global Team Lewis.
¿Qué habilidades incluir en el currículum?
“Un CV debe ser elegante y, a la vez, respirar un espíritu digital acorde a los tiempos que vivimos. Es raro e inadecuado no incluir enlaces digitales, ya sea a nuestros perfiles de redes sociales, a la web personal del candidato (donde se incluya un portfolio de sus trabajos) o a una presentación en YouTube”, esgrime, por su parte, Bax. Pero, sobre todo, ha de ser un ejercicio de síntesis en el que poder resaltar, en una sola página, toda la información relevante del candidato, incluyendo los datos de contacto y otros aspectos como su formación, experiencia o idiomas. También conviene utilizar un formato sencillo y con una tipografía común que incluya las palabras clave que los reclutadores (o los sistemas de IA) tendrán en cuenta para hacer su primera criba. Y, dependiendo de las características del candidato, quizá algo más: “Si se trata de perfiles junior, puede ser interesante incluir experiencias laborales que no estén directamente relacionadas con el puesto al que aplican, ya que esto denota proactividad, iniciativa y madurez. Conforme se adquiere experiencia, estos empleos se pueden eliminar”, añade García.
Incluir información relacionada con actividades de voluntariado o estancias internacionales a la hora de elaborar el currículum es también positivo, ya que sirven para ilustrar el carácter del candidato, desde su capacidad para el compromiso hasta la posesión de habilidades tan demandadas hoy como son la capacidad de adaptación, el trabajo en equipo, el liderazgo o el pensamiento crítico. Y ya que hablamos de lo que se debe incluir, nunca viene de mal recordar lo que ya no hace falta, por haberse quedado obsoleto: aspectos como la dirección completa del candidato, su fecha de nacimiento, la disponibilidad de un vehículo (salvo que el puesto lo requiera), el estado civil o información salarial no son relevantes y pueden ayudar a ahorrar espacio.
Cómo hacer el currículum para captar la atención de los reclutadores
Uno de los aspectos cuya importancia conviene resaltar es el de la carta de presentación que acompaña al currículum en cualquier solicitud de empleo. “Aunque muchas personas piensan que es un documento redundante, juega un papel importante si el objetivo es clasificarse entre los seleccionados de un proceso de contratación. Ayuda a causar una primera impresión positiva; muestra entusiasmo por el puesto y capacidad para comunicarse de manera efectiva e incluso permite establecer una conexión personal con el reclutador, que con esta carta puede resolver cualquier inquietud o duda que le haya dejado el currículum”, sostiene García. En ella, nunca pueden faltar un par de párrafos donde se destaquen la experiencia, las habilidades y los logros relevantes que no se hayan incluido en el cv; y otro donde se explique la motivación hacia el puesto y la empresa.
Sin embargo, nada de todo esto puede servir si la candidatura se pierde entre los cientos de aspirantes que, muchas veces, solicitan el mismo puesto por el que hemos mostrado interés. Por eso, es fundamental asegurarse de que tu currículum llegue a las manos adecuadas. “Si lo has enviado a través de una plataforma en línea, probablemente seas solo uno más de entre muchos solicitantes. Hay que hacer networking y tratar de conectar con personas que tengan algo en común con el contratante, con la persona que sería tu jefe o con tus compañeros de equipo [a través de LinkedIn, por ejemplo]”, destaca Bax. “Y, como valor añadido, también puedes presentar una solución a algún problema que hayas identificado en la cadena de valor para el trabajo que deseas obtener”.
Aunque cada empresa es diferente (y, por lo tanto, puede valorar diferentes aspectos a la hora de afrontar un proceso de selección), siempre hay una serie de consejos que conviene tener presentes. Por eso, en el caso de llegar a una entrevista personal, es fundamental ser uno mismo, mostrarse sincero (sin exagerar ni incluir experiencias que no sean realistas) y tratar de incluir en la conversación ejemplos prácticos de las competencias que se aseguran tener. “Además de destacar los logros obtenidos, también conviene explicar qué se ha aprendido de los fracasos, identificando las áreas de mejora y qué se hará para mejorar en el futuro”, cuenta García.
Cómo retener el talento: la importancia de la marca empleadora
Oferta, selección, entrevista y contratación son algunos de los aspectos más importantes en la captación y retención de talento, pero no son los únicos: la marca empleadora, o employer branding, es la propuesta de valor que hace la empresa para sus empleados presentes y futuros, destacando sus ventajas competitivas como lugar de trabajo y diferenciándola de los demás, hasta el punto de conseguir generar fidelidad y orgullo entre sus empleados. “Porque, en solamente tres meses, un empleado habrá decidido si se queda o se marcha de nuestra compañía, y en nuestra mano está favorecer su permanencia, su bienestar y su productividad”, afirma Andrea Montes, consultora senior en Superunion. Por eso, recomienda cinco buenas estrategias para implementar en las empresas:
- Conoce a tu equipo, sus motivaciones, inquietudes y percepciones.
- El poder del propósito. El 53 % de los empleados consideran que un trabajo en el que puedan generar un impacto positivo es un factor crucial en su satisfacción laboral. Por eso, definir el propósito corporativo, la razón de su existencia más allá de los beneficios económicos, es esencial para conectar a nivel emocional y aspiracional con los empleados actuales y futuros.
- Conseguir empleados comprometidos y motivados pasa por desarrollar la marca empleadora bajo un doble enfoque que dé respuesta tanto al propósito (¿cómo influyo positivamente en la sociedad o en el planeta a través de mi empleo?) como al significado (¿para qué sirve mi trabajo diario?).
- Un empleado comprometido con la empresa es un 44 % más productivo que otro que simplemente se identifica como “satisfecho”. Pero si se consigue transformar el compromiso en inspiración, fomentando en los trabajadores la creatividad, el ingenio, el emprendimiento, la generación de ideas y la resolución de problemas, la productividad subirá un 125 %.
- La innovación es un vehículo imprescindible para sorprender, ilusionar y conectar con los empleados y sus demandas y necesidades, que cambian a lo largo de los años.
FORMACIÓN EL PAÍS en Twitter y Facebook
Suscríbase a la newsletter de Formación de EL PAÍS