Donald Tusk ha invocado este martes grandes valores como la solidaridad, la libertad, la tolerancia, la democracia —y hasta el amor— en un intenso discurso en el que ha pedido un voto de confianza al Sejm (la Cámara baja) para la que ha bautizado como “coalición 15 de octubre”. Está previsto que la mayoría parlamentaria liberal que salió de los comicios celebrados ese día, formada por las tres formaciones que componen el nuevo Gobierno, avalen en la noche del martes sin sorpresas el programa y el equipo del primer ministro elegido un día antes. El Ejecutivo, que tiene programada la toma de posesión este miércoles, “devolverá a Polonia al lugar que le corresponde en Europa”, ha prometido Tusk. La jornada quedó empañada por un escándalo protagonizado por un diputado de extrema derecha que apagó con un extintor una menorá, un candelabro judío encendido en el hall del Parlamento para conmemorar la festividad de Janucá.
Después de una campaña electoral “brutal y espectacular”, y de años de degradación de la política, Tusk atribuye una dimensión histórica a las elecciones de este otoño. “Estoy convencido de que el 15 de octubre se unirá a las fechas históricas de nuestro calendario, las trágicas y las hermosas. Un día de rebelión pacífica por la libertad y la democracia, un renacimiento cívico”, ha proclamado en una intervención con tintes épicos de dos horas. Tras su discurso, 254 diputados (de los 460 de la Cámara) pidieron tomar la palabra. Todo el mundo parecía tener algo que decir al nuevo jefe del Gobierno.
El episodio antisemita protagonizado por Grzegorz Braun sumió a la Cámara en el caos y obligó a suspender temporalmente la sesión, retrasando las intervenciones de los diputados. El político de la formación de extrema derecha Confederación causó estupor tras irrumpir con un extintor e inundar en polvo blanco la ceremonia de celebración de Janucá en que la participaban representantes de la comunidad judía, incluido el embajador de Israel, Yacov Livne. Desde la tribuna, Braun calificó después la festividad de “culto satánico”. El diputado fue expulsado de la Cámara y sancionado, y la presidencia pondrá los hechos en conocimiento de la Fiscalía. Todos los grupos parlamentarios condenaron los hechos.
En su intervención de la mañana, Tusk, por momentos lírico, ha recordado desde la tribuna las palabras del papa polaco, Juan Pablo II, sobre la solidaridad y las ha reinterpretado: “Yo no puedo imaginar la política sin amor”. El dirigente dedicó su intervención a quienes colaboraron en la creación del sindicato Solidaridad, que precipitó la caída del comunismo, y se comprometió contribuir a “la reactivación del espíritu de auténtica solidaridad y respeto por los derechos de una comunidad con personas diferentes”. Esa es, ha dicho, la esencia del “fenómeno político positivo” que están construyendo con el acuerdo de tres fuerzas: la Coalición Cívica que encabeza su partido de centroderecha, Plataforma Cívica; Tercera Vía, que agrupa al democristiano Polska 2050 y al partido agrario PSL; y los socialdemócratas de Lewica (Izquierda).
En un gesto que ha sido duramente criticado por el ultraconservador Ley y Justicia (PiS), el nuevo primer ministro ha leído también el manifiesto político de un hombre que se inmoló en protesta por las políticas del Gobierno ultraconservador saliente. “Utilizar una nota de suicidio para justificar su política es lo más ruin que puede hacer”, le criticó el ya exministro de Defensa Mariusz Blaszczak, que prefirió llamar al nuevo Ejecutivo “coalición de la venganza y el caos”.
“Ayudar a Ucrania con determinación”
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Después del alegato por una nueva política basada en emociones positivas para cerrar la etapa de “conflictos”, Tusk pasó a desgranar sus prioridades políticas, empezando por las relaciones internacionales y la guerra en Ucrania. Su Gobierno apostará por ser “un aliado fuerte de la OTAN y de Estados Unidos”, dijo. “Les garantizo que la nueva coalición devolverá a Polonia al lugar que le corresponde en Europa”, añadió, y apostó por una Polonia y una Europa fuertes. PiS le ha acusado continuamente de ser un títere de la UE (también de Alemania y Rusia). Ante el Sejm, el también expresidente del Consejo Europeo, aseguró: “Cualquier cambio en los tratados que nos perjudiquen está condenado al fracaso. Quiero decirles que nadie me doblegará en la UE”.
“Tenemos que hablar de Ucrania”, afirmó solemne Tusk, que se propone reparar también las relaciones con el vecino invadido, después de la tensión desatada entre Varsovia y Kiev por la crisis del grano. “Este Gobierno asumirá la tarea de exigir a Occidente en voz alta y con firmeza ayudar a Ucrania con determinación en esta guerra”. Esto no es incompatible con defender “los intereses polacos”, aseguró, como está haciendo ya su equipo para resolver el bloqueo de los camioneros en la frontera con Ucrania.
La ayuda a Kiev va a centrar la reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE de esta semana, en la que Tusk va a inaugurar su mandato. Los socios europeos se esfuerzan por evitar el veto del primer ministro húngaro, el ultraconservador Viktor Orbán, aliado del Kremlin. “Por alguna extraña coincidencia, los políticos que atacan los fundamentos de la democracia occidental son también antiucranios”, ha dicho Tusk, que no ha querido mencionar ni nombres ni países, pero se ha comprometido a ser asertivo con quienes comprometan la unidad europea.
Continuando con el flanco Este, el líder de Plataforma Cívica ha asegurado que mantendrá sellada la frontera con Bielorrusia. “Se puede proteger la frontera polaca y al ser humano al mismo tiempo”, ha dicho.
Antes de presentar a su equipo de Gobierno, Tusk ha destacado medidas como el aumento del 30% del salario de los profesores y el mantenimiento de los programas sociales de PiS. El Ejecutivo creará a la vez un Consejo Fiscal “que evaluará el gasto de tal manera que nuestra política social posiblemente generosa no amenace la estabilidad financiera del Estado”, ha explicado el dirigente liberal.
Ministros con experiencia
Tusk ha encomendado los ministerios clave a figuras leales y con experiencia con las que ya gobernó en sus mandatos anteriores (2007-2014). Los responsables gubernamentales deberán tomar decisiones firmes y rápidas para emprender la limpieza del sistema iliberal de Jaroslaw Kaczynski. “El Gobierno del PiS tendrá que rendir cuentas”, ha reiterado el nuevo primer ministro. “He oído voces de que la coalición busca venganza. Adam Bodnar se convierte en ministro de Justicia, entre otras cosas, para demostrar que la corrupción y la destrucción de las instituciones no quedará impune”, ha asegurado, a la vez que ha recordado la condición de “independiente y apartidista” del profesor de derecho, que fue Defensor del Pueblo.
Bodnar tiene también la tarea de “restablecer el Estado de derecho”. Además de recuperar la independencia de la justicia, Tusk ha prometido: “Traeré de Bruselas los miles de millones de euros que esperan los empresarios y los gobiernos locales”. El primer ministro, que presidió el Consejo Europeo (2014-2019) y el Partido Popular Europeo (2019-2022) ha asegurado que junto al veterano Radoslaw Sikorski, que vuelve al Ministerio de Exteriores, ya está preparando “visitas” para ese fin. También ha anunciado que tras su viaje a Bruselas esta semana, se reunirá en Estonia con los líderes de los países bálticos.
Tusk ha garantizado la cooperación entre los socios de Gobierno, pese a sus discrepancias. Como ha reconocido, tienen diferencias en temas como la interrupción voluntaria del embarazo, pero el primer ministro se ha comprometido a garantizar que las mujeres, que fueron decisivas en su victoria electoral, “sientan mejoras radicales de forma inmediata, también en el caso del derecho al aborto seguro y legal”.
El Ejecutivo que este miércoles tomará posesión ante el presidente, Andrzej Duda, incluye nuevos departamentos, como Igualdad, que ocupará la diputada de Lewica Katarzyna Kotula. El primer ministro ha asegurado que los derechos de las mujeres y la igualdad son prioritarios para él. En el gabinete que dirigirá habrá un tercio de ministras, pero ninguna ocupará los cargos más altos, como el de vice ministra, ni se encargará de los principales departamentos, como Finanzas, Defensa o Interior.
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