España tendrá que abordar un ajuste del 0,8% del PIB anual en las pensiones entre 2026 y 2030. Así se desprende del cálculo que ha publicado este viernes la Comisión Europea en su informe sobre el impacto del envejecimiento, conocido como Ageing Report. En 2025, tal y como está ya recogido en la legislación, se llevará a cabo una evaluación de la reforma de pensiones que se aprobó entre 2021 y 2023 para comprobar si se está desviando el gasto sobre las previsiones. De hacerlo, se tendrán que aprobar medidas para corregir el desfase o, en su defecto, habrá una subida automática de las cotizaciones que pagan empresas y trabajadores a lo largo de cinco años, es decir, a razón de una quinta parte del incremento por año.
El 0,8% de ajuste equivale a unos 11.700 millones de euros con el actual PIB. Para dar una idea, la nómina mensual de pensiones alcanza ahora mismo unos 13.000 millones incluyendo las clases pasivas de funcionarios. La reforma pactada con Bruselas establece que el gasto corregido por las medidas de ingresos no debe superar el 13,3% del PIB en el promedio entre 2022 y 2050. Y para este dato se tomará, por un lado, el gasto proyectado por este informe de envejecimiento publicado por la Comisión. Y, por otro, la valoración que haga la Autoridad Fiscal española (Airef) de las medidas aprobadas de ingresos. Esta institución ya elaboró un examen previo que arrojaba que estas subidas de cotizaciones suponían un 1% del PIB al año en media entre 2022 y 2050. Dado que el informe europeo calcula que el gasto llegará en promedio al 15,1%, si se resta el cálculo de la Autoridad Fiscal, los compromisos se colocarán en el 14,1% del PIB. Se da, por tanto, un desfase del 0,8% del PIB que se tendrá que cubrir. Esta estimación del 15,1% del PIB se hace teniendo en cuenta la revisión al alza del producto interior bruto que publicó el INE en septiembre del año pasado.
El Gobierno, por su parte, hizo un informe en el que defendía que no haría falta hacer ajustes. Estimaba que las medidas de ingresos aprobadas alcanzaban el 1,2% del PIB. Estas son el destope de la cotización, el recargo en la cotización del mecanismo de solidaridad y la cuota de solidaridad aplicada a los sueldos altos. Pero además esgrimía que había que tener en cuenta otros factores como la reforma laboral, el afloramiento de la economía sumergida y el impacto de las subidas del SMI en los ingresos por cotizaciones: por todos estos elementos consideraba que se podrían conseguir ahorros del 0,6% del PIB al año. Es decir, calculaba que las medidas ingresos representaban el 1,8% del PIB. Con esta cifra no haría falta abordar un ajuste en 2025. De forma que ahora la presión ya se está volcando sobre la Autoridad Fiscal para que modifique sus cálculos. El Ejecutivo tratará de convencer a la institución que preside Cristina Herrero para que tenga en cuenta esos elementos que no había contemplado: las alzas del SMI, los efectos de la reforma laboral o del afloramiento. Y así evitar el ajuste de pensiones a partir de 2025.
El Gobierno alega además que la coyuntura económica está yendo mucho mejor que lo que se preveía hace solo un año, con un más de 21 millones de afiliados y más de un millón de inmigrantes recibidos en el último año. Y señala que la Airef todavía tendrá que volver a hacer los cálculos y publicarlos en 2025.
Instituciones como la OCDE, el FMI o el Banco de España ya habían alertado de que se tendrán que adoptar medidas adicionales para solventar el reto de la jubilación del baby boom, aquella generación de españoles más numerosa nacida entre finales de los cincuenta y finales de los setenta del siglo pasado. Sin la revisión del PIB que hizo el INE, el gasto medio llega al 15,4% entre 2022 y 2050. Con estos datos se puede comparar con otros países, y parece evidente que el informe sobre envejecimiento deja a España como uno de los países europeos peor preparados para afrontar el problema. Es el país de la UE con el mayor gasto medio en pensiones durante el periodo comprendido entre 2022 y 2070, año hasta el que llega el informe. Y junto a Italia es el único cuyos desembolsos en prestaciones de jubilación superan el 15% del PIB en promedio.
El pico en pensiones será para España en 2050. El gasto escalará en ese año hasta el 17,3% del PIB (16,8% con el PIB actualizado), frente al 13,1% que se registró en 2022, según las cifras del informe comunitario. En cambio, en el mismo periodo la variación en la Unión Europea será mucho más moderada: del 11,4% en 2022 al 12,1% en 2050. De acuerdo con este informe, las cuentas de la Seguridad Social estarán en rojo todos los años. El déficit más elevado será del 3,1% del PIB en el ejercicio 2053. Según los expertos, los motivos de este comportamiento obedecen a que la pensión en España es muy elevada respecto al salario medio y el último salario. Y además se espera que la ratio entre trabajadores y pensionistas sea muy pobre.
La Comisión Europea ha pactado esta reforma con el Gobierno, pero todavía tiene que cerrarse la valoración que se hará como parte del cuarto pago de fondos europeos dentro de casi dos meses. La Comisión tendrá que defender con sus proyecciones estos números en el Consejo de líderes de la UE. Y cada vez parece más evidente que la reforma se ha cerrado en falso.
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