Estados Unidos endurece aranceles pese a revuelo económico

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El jefe de Estado de Estados Unidos, Donald Trump, sigue firme con su postura arancelaria agresiva, ignorando las recomendaciones de detener momentáneamente la implementación de los recientes aranceles anunciados por su administración. A pesar del efecto adverso en los mercados de valores a nivel mundial y el aumento de tensiones con los socios comerciales más importantes, el presidente volvió a subrayar su propósito de avanzar con las medidas establecidas. La situación se intensificó aún más cuando Trump lanzó nuevas advertencias, especialmente dirigidas hacia China, a la que alertó con un incremento del 50% en los aranceles si el país asiático no modificaba sus posturas.

El 7 de abril de 2025, en el transcurso de una rueda de prensa en la Casa Blanca, Trump dejó en claro que no planea dar marcha atrás en su política arancelaria, la cual se implementará el 9 de abril. A pesar del aumento de la volatilidad en los mercados financieros, reflejo de la incertidumbre provocada por sus decisiones en materia económica, el presidente afirmó que estas acciones eran necesarias para «poner todo en orden» y defender los intereses comerciales de Estados Unidos. Según Trump, esta es «la única oportunidad» para corregir lo que él ve como una situación desfavorable para el país, subrayando que, a diferencia de otros mandatarios, él está dispuesto a afrontar las repercusiones políticas y económicas de sus acciones.

Sin embargo, Trump también mencionó que existe una posibilidad de negociación para aquellos países que deseen evitar las nuevas tarifas. A pesar de la dureza de su postura, el presidente subrayó que está dispuesto a discutir acuerdos «justos» con las naciones que acepten cumplir con las condiciones que Washington imponga. El concepto de un «acuerdo justo» ha sido una constante en su discurso, destacando que su gobierno prioriza los intereses de Estados Unidos sobre los de otros países.

En este contexto, Trump destacó que su enfoque no tiene como objetivo perjudicar a otros países de manera indiscriminada, sino más bien garantizar que los acuerdos comerciales beneficien a Estados Unidos. “Esto es ‘Estados Unidos primero’, y no un acuerdo justo para los demás”, comentó el mandatario durante la rueda de prensa. Esta declaración refleja su visión proteccionista y la idea de que las relaciones comerciales deben ser revisadas para asegurar que beneficien a la economía estadounidense.

El presidente también centró su interés en China, que ha sido un foco importante de conflicto debido a cómo ha reaccionado a los aranceles de Estados Unidos. Beijing comunicó recientemente su intención de establecer un arancel del 34% a los productos importados de Estados Unidos en forma de represalia, lo que llevó a Trump a amenazar con un incremento adicional del 50% sobre los aranceles ya existentes. Esta situación podría provocar que los bienes chinos que ingresen a Estados Unidos se enfrenten a tarifas de hasta el 104%, lo que podría tener consecuencias significativas tanto para la economía de Estados Unidos como para la china.

Más allá de China, Trump también lanzó una advertencia dirigida a Europa, afirmando que la Unión Europea no ha sido «equitativa» en su trato comercial con Estados Unidos. El presidente señaló a Europa por lo que considera obstáculos para los productos de EE. UU., indicando que las restricciones establecidas complican la entrada de bienes estadounidenses al mercado europeo. Como medida para enfrentar esta situación, Trump sugirió que una opción para disminuir el déficit comercial de Estados Unidos con Europa podría ser incrementar las exportaciones de energía de EE. UU. al continente.

Mientras tanto, en los mercados financieros de Estados Unidos, las consecuencias de la política arancelaria de Trump fueron palpables. Aunque la jornada comenzó con una caída significativa en los índices bursátiles, la tendencia a la baja se moderó a lo largo del día. El Dow Jones sufrió una pérdida del 0,91%, mientras que el Nasdaq mostró una leve ganancia del 0,10%. El S&P 500 también cerró con una caída del 0,23%. A pesar de estas fluctuaciones, las previsiones para la economía estadounidense siguen siendo inciertas. Goldman Sachs, por ejemplo, elevó la probabilidad de una recesión en Estados Unidos al 45%, lo que genera preocupación entre los inversionistas.

Dentro de los sectores más golpeados por la inestabilidad económica se ubican las compañías de propiedades, experimentando una disminución del 2,4%. Sin embargo, ciertas firmas de tecnología consiguieron beneficios a pesar del desorden generado por las tarifas. En términos generales, el mercado continúa siendo muy cambiante, con los inversionistas intentando predecir las próximas acciones del gobierno de Trump.

La situación sigue siendo fluida, y la tensión en los mercados globales podría intensificarse si las amenazas de Trump se materializan. Mientras algunos países, como México, han mostrado disposición para negociar y evitar medidas adicionales, el riesgo de una guerra comercial total con China y Europa sigue siendo una posibilidad real. En este contexto, la política comercial de Trump continúa siendo un tema de gran incertidumbre para los mercados financieros y para las relaciones internacionales.

By Maria Encarnacion Viñas

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