Femenino de Ajedrez Relámpago: La ajedrecista española Sara Khadem, subcampeona de Europa en la modalidad relámpago | Ajedrez

Femenino de Ajedrez Relámpago: La ajedrecista española Sara Khadem, subcampeona de Europa en la modalidad relámpago | Ajedrez

La estabilidad recobrada en la vida de Sara Khadem se traduce en resultados brillantes. Un año después de refugiarse en el sur de España —el Gobierno la nacionalizó por la vía más rápida en julio—, la ajedrecista, nacida en Irán hace 26 años, ha logrado dos éxitos en un mes: subió al 13º puesto de la lista mundial en la modalidad clásica tras su buen juego en el muy exigente Abierto de Llobregat; y este viernes logró la medalla de plata en el Europeo Relámpago de Montecarlo (Mónaco).

La fortaleza psicológica fue la clave de la medalla, a juzgar por lo que Khadem dijo por teléfono a EL PAÍS: “La primera mitad del torneo fue muy mala para mí [cuatro victorias y tres derrotas]. Calculé que necesitaba diez puntos de trece para subir al podio, lo que me obligaba a ganar las seis últimas. Entonces me propuse jugar con máxima concentración y dar lo mejor de mí”. Ciertamente lo hizo, y culminó esa racha triunfal con una victoria en la última ronda sobre la campeona, la suiza Alexandra Kosteniuk, quien fue campeona del mundo en la modalidad clásica cuando era rusa.

Khadem se ha adaptado rápidamente a su nueva vida en la costa andaluza (mantiene en secreto su localización exacta por motivos de seguridad), que ya conocía porque había participado varias veces en el Abierto de Gibraltar. Su marido, el cineasta Ardeshir Ahmadi, ha aparcado su profesión para ayudar a Khadem para que ella pueda dedicar el tiempo necesario a su entrenamiento mientras otra persona cuida al hijo de ambos, Sam, de casi dos años.

Khadem ya había sufrido represalias en Irán por sus posturas políticas de oposición al Gobierno, lo que frenó su ascenso a la élite, rápido desde que fue niña prodigio hasta la mayoría de edad. Pero negarse a jugar con velo los Mundiales de Rápidas y Relámpago en Almaty (Kazajistán), cuando su país estaba muy revuelto tras la muerte de la joven Mahsa Amini tras ser torturada por la policía, rebasó todas las rayas rojas —el Gobierno emitió una orden de busca y captura contra ella— y la obligó a emigrar de inmediato a España sin regresar a Irán. El presidente Pedro Sánchez la recibió pocos días después en La Moncloa, lo que aceleró mucho los trámites para su nacionalización.

En octubre, cuando se proclamó campeona de España femenina, terminó de convencerse de que podía ponerse metas altas: “Mi vida ya está bastante asentada en España, aunque es verdad que las visitas de mi familia iraní me quitan tiempo, pero eso es algo muy agradable. Me he propuesto entrar en las diez primeras del mundo, y para eso me estoy entrenando con seriedad”.

En Montecarlo han jugado 105 ajedrecistas de 24 países; entre ellas, doce españolas. Marta García luchó por las medallas, pero perdió en las dos últimas rondas frente a la campeona Kosteniuk y la georgiana Bella Jotenashvili, medalla de bronce, lo que la llevó al 8º puesto.

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By Maria Encarnacion Viñas

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