Tenía que ser ella, Carlota Ciganda. Como si el destino estuviera escrito, fue la golfista navarra quien dio a Europa el punto decisivo para empatar a 14 ante Estados Unidos y retener la Solheim Cup en la primera ocasión en que el mayor acontecimiento mundial del golf femenino se celebraba en España, en el campo malagueño de Finca Cortesín. Ciganda tocó el cielo a los 33 años porque convirtió el putt definitivo que aseguraba una igualdad que según el reglamento permite al equipo defensor del título, Europa en este caso, mantener la corona. Son tres victorias seguidas para la tropa europea en la Solheim por primera vez en la historia, después de los bingos de Gleneagles 2019 y Ohio 2021. Son cinco éxitos continentales en las siete últimas ediciones. Y son ya cuatro cimas en la Solheim para Carlota Ciganda en seis participaciones desde que debutara en Colorado 2013. La española se consagra como la mejor heredera del espíritu pasional de Seve Ballesteros y Chema Olazabal por este tipo de competiciones, y como el mejor relevo de luchadoras incansables como Marta Figueras-Dotti. Esta Solheim era un torneo muy especial para ambas, y la navarra se entregó de principio a fin, en cuerpo y alma.
La gloria se decidía este domingo en 12 duelos individuales entre las estrellas de los dos bandos. Hasta entonces, EEUU había coleccionado ventaja en los foursomes (golpes alternos en la pareja), un inédito 0-4 el viernes y un 2-2 el sábado. Y Europa había recuperado el aire en las sesiones vespertinas de los fourballs (cada jugadora con su bola) con sendos 3-1. Todo se jugaba en la jornada final y Estados Unidos arrancó como un tornado. Azotaba el viento en el recorrido de Casares, y de un plumazo las jugadoras dirigidas por Stacy Lewis tiñeron de rojo la clasificación en los tres primeros careos. Las norteamericanas Khang, Zhang y Kang conquistaron ya el primer hoyo frente a Grant, Maguire y Hull, respectivamente, y obligaban de nuevo a las golfistas continentales a arremangarse y remar como ya hicieron en las dos rondas de viernes y sábado. La capitana europea, la noruega Suzann Pettersen, alineó a algunas de sus piezas más fuertes por delante, y dejó para el último tramo a Carlota Ciganda frente a Nelly Korda y a Emily Pedersen contra Lexy Thompson. El envite no salió de inicio como esperaba. Tocaba remontar, y ahí surgió el carácter irreductible de la irlandesa Leona Maguire para darle la vuelta a su choque ante Zhang y enchufar a las muchachas locales. Despertó Europa y la tabla mezclaba ya el azul europeo, el rojo estadounidense y el blanco de los partidos empatados. La Solheim de Málaga se disputaba de poder a poder, un fabuloso enfrentamiento entre las grandes figuras del golf mundial, 12 cara a cara en busca de la gloria. El título podía simplemente decidirse por una igualada que se decantara de un lado o del otro.
Los resultados los 12 partidos individuales |
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Megan Khang gana 1 arriba a Linn Grant |
Leona Maguire gana 4&3 a Rose Zhang |
Danielle Kang gana 4&2 a Charlie Hull |
Anna Nordqvist gana 2&1 a Jennifer Kupcho |
Georgia Hall y Andrea Lee, empate |
Gemma Dryburgh y Cheyenne Knight, empate |
Angel Yin gana 2&1 a Céline Boutier |
Caroline Hedwall gana 2 arriba a Ally Ewing |
Lilia Vu gana 4&3 a Madelene Sagstrom |
Maja Stark gana 2&1 a Allisen Corpuz |
Carlota Ciganda gana 2&1 a Nelly Korda |
Lexi Thompson gana 2&1 a Emily Pedersen |
Leona Maguire simbolizó la resistencia europea con un putt de eagle en el 14 que fue el lazo de su posterior triunfo por 4&3 ante Zhang. Un puñado de tiros cortos fallados en unos greens muy tramposos frenaron sin embargo a las mujeres de azul. Especialmente desolador fue el caso de la inglesa Georgia Hall, que erró dos putts que parecían muy sencillos en el 17 y acabó cediendo medio punto ante Lee. Sentada junto a sus compañeras después de la batalla, era la cara de la derrota. También cayeron entonces Sagstrom y Boutier, ante Lilia Vu y Angel Yin. Europa estaba contra las cuerdas. Necesitaba heroínas, competidoras llenas de garra. Apareció primero la sueca Caroline Hedwall para una remontada antológica. Marchaba tres hoyos por detrás contra Ally Ewing cuando encadenó a su favor el 13, 14, 16, 17 y 18 para imponerse por dos arriba.
Y el apoteosis. La otra gran bandera continental fue Carlota Ciganda, enchufadísima toda la semana pese a que no jugó en los primeros foursomes. Desde que apareció por la pradera de Finca Cortesín fue imparable. La navarra sudó para firmar el par en el primer hoyo de este domingo, pero una vez salvado ese obstáculo hizo suyos el segundo y el tercer escalón y marcó terreno ante Nelly Korda, una competidora de altura. La estadounidense es la número tres de la clasificación mundial (Ciganda es la 28ª), ganadora con solo 25 años de un grande y del oro olímpico en los Juegos de Tokio. Precisamente el tipo de rival y de escenario que deseaba Carlota. A mayor exigencia, mejor golf. La española mandaba tres arriba después de ocho hoyos, pero entonces surgió la versión demoledora de Korda para poner las tablas con sus triunfos en el 9, el 10 y el 15. La mayoría podía haber dado un paso atrás, atemorizada. No Carlota Ciganda, una competidora feroz, majestuosa, mayúscula. Cuando peor pintaba el duelo, la navarra resurgió con un maravilloso segundo golpe en el 16 para atar el birdie, y con un dardo a bandera para descontar otro golpe en el par tres del 17. Así sumó su cuarta victoria en cuatro partidos (tres en pareja y uno individual, sin ir nunca por debajo en el marcador ni llegar al 18) y abrochó el 14º punto para Europa, el pasito que necesitaba para retener la Solheim Cup. En la primera edición del gran duelo que se celebraba nunca en España, fue la única española del conjunto europeo la que permitió conservar el trono con su último golpe. Para ella, y para el golf español, una Solheim inolvidable.
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