El presidente ruso, Vladímir Putin, opina que los resultados de las elecciones estadounidenses de noviembre de 2024 no alterarán la posición de Washington hacia Moscú y su invasión de Ucrania, ganen los demócratas o los republicanos. “Creo que no habrá cambios importantes en la dirección de la política exterior de Estados Unidos hacia Rusia, no importa quién sea elegido presidente”, ha manifestado el mandatario durante un coloquio en el Foro Económico Oriental de Vladivostok, en el sureste de Rusia. Putin ha asegurado que no negociará con Kiev mientras las fuerzas ucranias mantengan su lucha, y ha acusado esta vez a Occidente, a la que en otras ocasiones ha tachado de pervertida y viciada, de querer “catolizar y arrastrar a Rusia bajo la Santa Sede [de la Iglesia católica]”.
El mandatario ruso ha asegurado que ni siquiera el expresidente y candidato republicano Donald Trump cambiará la política norteamericana hacia la invasión. “El señor Trump dice que resolverá en pocos días los problemas [estadounidenses] más apremiantes, incluida la crisis ucrania. Esto no puede no alegrarnos, pero impuso sanciones contra Rusia mientras era presidente”, ha recordado Putin, que no ha podido dejar de mostrar su alegría por los juicios abiertos contra Trump por intentar anular las elecciones de 2020 y posesión ilegal de documentos clasificados, entre otros cargos.
“Todo lo que está pasando en EE UU es bueno para nosotros”, ha resaltado Putin. “Lo que le está sucediendo a Trump es una persecución política”, ha añadido el líder ruso antes de subrayar que Washington “ha expuesto así sus problemas internos”.
Putin se ha deshecho en halagos, sin embargo, hacia el magnate Elon Musk, otra figura al alza en la política norteamericana y que ha reconocido recientemente que impidió el acceso a su red de satélites Starlink a Ucrania cuando sus fuerzas se disponían a atacar a la flota rusa utilizando sus coordenadas. “Elon Musk es, sin duda, una persona excepcional en los negocios. Esto debe ser reconocido. Es un hombre de negocios activo y talentoso”, ha manifestado el presidente ruso.
El mandatario ha hecho estas declaraciones en el extremo oriental de Rusia, donde tiene previsto reunirse con Kim Jong-un. El dictador norcoreano ya ha llegado en tren a la región donde ambos mandatarios celebrarán una cumbre clave: Moscú necesita la munición coreana para proseguir su ofensiva, mientras Pyonyang, aliada internacionalmente, busca un aliado extranjero fuerte.
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Putin ha advertido durante su comparecencia de que no detendrá su guerra mientras las fuerzas armadas ucranias no bajen los brazos. “En muchos sitios, aquellos que actúan o quieren actuar como mediadores nos preguntan si estamos listos para detener las hostilidades. ¿Cómo podemos detener las hostilidades si la otra parte está llevando a cabo una contraofensiva?”, se he preguntado retóricamente Putin.
Putin ha presumido de contar con nuevas tropas pese a los informes de inteligencia occidentales que apuntan a que las fuerzas armadas rusas no cuentan con personal suficiente para rotar. “Realizamos una movilización parcial (en otoño de 2022) y convocamos a 300.000 personas. Ahora, en los últimos seis o siete meses, 270.000 personas han firmado voluntariamente contratos de servicio con las fuerzas armadas y unidades de voluntarios”, ha puntualizado el líder ruso.
Sin embargo, Putin no ha aclarado cuántos de estos documentos han sido sellados por combatientes que ya formaban parte de otras unidades y, por tanto, no son soldados nuevos: el Ministerio de Defensa estableció que desde el 1 de julio todas las tropas ajenas, incluidos los mercenarios de Wagner, debían rubricar un contrato de servicio con el organismo. “Nuestros hombres, los rusos, saben lo que se espera de ellos, que pueden entregar la vida por su patria, resultar gravemente heridos, y aun así lo hacen de forma consciente y voluntaria”, ha alabado el mandatario.
Por otro lado, Putin ha restado importancia a que Occidente entregue aviones F-16 a Ucrania y otras armas modernas. “¿Esto cambiará algo? Creo que no”, ha admitido en público el presidente ruso. Asimismo, lanzó una puya a Washington por su incoherencia. “La administración estadounidense creía que el uso de municiones de racimo es un crimen de guerra, lo dijo públicamente. Ahora ellos mismos están suministrando municiones de racimo a la zona de combate en Ucrania”, ha manifestado Putin, cuyas fuerzas también emplean este tipo de armas en el frente.
Putin ha acusado en otras ocasiones a Occidente de estar dominada por la “degeneración” y el vicio, resaltando incluso que las familias europeas y estadounidenses tienen “padre uno, padre dos y padre tres”. Sin embargo, en su última intervención ha caracterizado a su enemigo de forma totalmente distinta: “Occidente ha intentado durante mucho tiempo catolizar a Rusia, arrastrarla bajo la Santa Sede”, ha asegurado el líder ruso al caracterizar esta supuesta cruzada como “la vertiente espiritual de su confrontación geopolítica”.
En clave interna, Putin también ha enviado un sombrío mensaje a los empresarios y altos cargos que han abandonado Rusia por su desacuerdo con la invasión de Ucrania. En concreto, el presidente ruso citó dos importantes nombres exiliados en Israel.
Uno ha sido Anatoli Chubáis, padre de las privatizaciones rusas tras la desintegración de la Unión Soviética y alto cargo muy próximo al Kremlin en las últimas dos décadas. Exjefe del consorcio estatal enfocado a la nanotecnología, Rusnano, ha sido acusado por Putin de arruinar la empresa. “Gracias a Dios no hay procesos penales ni procesamientos. Quizás [su huida] se deba al hecho de que teme que, en última instancia, todo esto conduzca a la aparición de algunos casos penales. Por lo tanto, en Israel también estaría ilegalmente”, ha dejado caer Putin en alusión a una posible solicitud de extradición.
El 24 de febrero de 2022, el día que Putin ordenó la invasión de Ucrania por tierra, mar y aire, Chubáis colgó en sus redes sociales una foto del opositor Borín Nemtsov, asesinado en 2015 frente al Kremlin tras liderar las protestas contra la intervención militar rusa en la región ucrania de Donbás.
El otro exiliado señalado por Putin ha sido el fundador de Yandex, el Google ruso, Arkadi Vólozh. “Vive en Israel, y me imagino que vive bien y que tiene buenas relaciones con las autoridades, por lo que se ve obligado a hacer ciertas declaraciones. Guardó silencio durante mucho tiempo, pero decidió hacer una declaración. Bueno, que Dios le dé salud y que tenga una buena vida allí”, ha advertido el mandatario. Vólozh escribió una carta contra la guerra en agosto y borró de su web personal su nacionalidad rusa para definirse así: “Empresario tecnológico, informático, inversor y filántropo israelí nacido en Kazajistán”.
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