Alemania lleva días inmersa en un debate sobre cómo proteger mejor a los políticos y representantes electos de ataques como el que sufrió el pasado fin de semana el socialdemócrata alemán Matthias Ecke mientras pegaba carteles electorales en la ciudad oriental de Dresde. La ministra del Interior, la socialdemócrata Nancy Faeser, ha debatido este martes en una reunión extraordinaria con los ministros regionales de Interior de los 16 Estados federados sobre posibles medidas para evitar estas agresiones.
“El Estado constitucional debe reforzar ahora aún más la protección de las personas comprometidas políticamente con nuestro país”, declaró la ministra a través de la red social X, poco después de la reunión que se celebró por videoconferencia. “Si necesitamos endurecer aún más el derecho penal para castigar con mayor severidad los delitos antidemocráticos, lo discutiré rápidamente con el ministro de Justicia”, indicó.
Asimismo, señaló que la Oficina de Lucha contra la Criminalidad seguirá combatiendo los delitos de odio “con la máxima determinación”, porque “los delitos de odio, incluidas las amenazas de muerte online, preparan el terreno para los actos de violencia que estamos viviendo”. La política socialdemócrata recordó también la importancia de “volver a una cultura política de respeto”. “La violencia ahoga todo debate y destruye el discurso democrático. Necesitamos una señal de stop muy clara”, agregó.
Poco antes de la reunión, Faeser, que se encontraba en Hamburgo, ya había adelantado que todos aquellos que agredan a los demócratas “deben sentir toda la fuerza del Estado de derecho: mediante procesos y castigos rápidos y coherentes”. “El Estado de derecho debe reforzar aún más la protección de las fuerzas democráticas en nuestro país frente a las amenazas masivas que estamos sufriendo”, afirmó.
Tras la brutal agresión el viernes por la noche al candidato del SPD por Sajonia a las elecciones europeas, que tuvo que ser hospitalizado y operado, numerosos políticos alemanes han pedido un endurecimiento de la ley para amedrentar a los extremistas y detener la escalada de violencia contra representantes políticos y sus equipos.
El ministro de Interior del Estado de Sajonia, Armin Schuster, anunció antes de la reunión una iniciativa de su Estado en el Bundesrat —la Cámara alta del Parlamento alemán— para regular por separado en el Código Penal la amenaza a funcionarios públicos y representantes electos.
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El político cristianodemócrata declaró en la televisión pública ARD que “el Estado de derecho debe mostrar sus dientes” y calificó como una “señal clara” el hecho de que las autoridades alemanas identificaran a los cuatro sospechosos de la agresión en 48 horas. “Necesitamos un nuevo delito en el Código Penal para las amenazas a funcionarios públicos, representantes electos y voluntarios”, exigió Schuster, que indicó que por el momento “sigue siendo difícil definirlo jurídicamente”.
Ecke fue agredido por cuatro jóvenes de entre 17 y 18 años mientras pegaba carteles electorales en un barrio de Dresde, la capital de Sajonia, en el este de Alemania. El incidente conmocionó a todo el país. Si bien ha sido la más grave de las últimas semanas, en los días pasados también se han producido agresiones contra políticos de Los Verdes y del partido ultra Alternativa para Alemania (AfD).
Según datos del Gobierno, en 2023 se denunciaron en Alemania un total de 2.790 ataques a representantes o miembros de partidos con representación en el Parlamento. Los Verdes lideran la lista con 1.219 casos. Les siguen AfD, con 478, y el Partido Socialdemócrata, con 420.
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