El Gobierno de Pedro Sánchez quiere estrenarse con un discurso que traiga calma a los mercados. Su vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha afirmado en que el acuerdo que ha permitido la formación de un nuevo Gobierno de coalición es la mejor forma de dejar “una época oscura atrás“. La también ministra de Asuntos Económicos confía en que el pacto con Junts per Catalunya, que permitió al PSOE alcanzar un acuerdo de investidura hace una semana, permitirá tener “continuidad y asegurará un entorno de estabilidad política, a pesar de la fragmentación en el parlamento”. “Es lo mejor para las inversiones”, ha defendido durante el Foro de los Mercados de Capitales de España celebrado esta tarde en Madrid.
“Antes, todas las preguntas de los inversores eran sobre Cataluña porque identificaban la tensión como inestabilidad“, ha remarcado la vicepresidenta en el segundo día de legislatura en referencia al periodo posterior al intento unilateral de independencia en 2017, “pero esa preocupación ha desaparecido”. A su vez, ha manifestado que ya se encuentran trabajando en movilizar la totalidad de las transferencias de los fondos Next Generation asignados para España. Su implementación, ha enfatizado, se encuentra “a velocidad de crucero“ y ha concretado que estará destinada en sectores como la transformación automotriz y la mejora de las vías ferroviarias.
El acto, organizado por Bloomberg, ha contado con una mesa posterior en la que han coincidido Arturo Gonzalo Aizpiri, consejero delegado de Enagás, Luisa Gómez Bravo, directora financiera de BBVA y el presidente de Prisa (editor de EL PAÍS), Joseph Oughourlian, quien ha resaltado el atractivo para invertir en España.
Condonación de la deuda catalana
En cuanto al análisis Moody’s, que el pasado viernes criticó la condonación de parte deuda autonómica de Cataluña, Calviño cree que “no hay razón para pensar que el acuerdo tendrá un efecto perjudicial, ya que debería facilitar que las regiones vuelvan a la disciplina fiscal”. Sin embargo, ha reconocido que son los gobiernos de cada comunidad los que deben decidir si entrar en este proceso.
La ministra también ha asegurado que la economía española seguirá creciendo a pesar de la desaceleración general en Europa. En este contexto, ha destacado que todas las decisiones se están tomando bajo la premisa de que los tipos de interés han alcanzado su nivel más alto, después de llegar al 4,5% a finales de octubre. Al mismo tiempo, ha realzado el buen desempeño que está teniendo el consumo, el empleo y el sector externo.
También ha puesto en relieve que su potencial traslado a Luxemburgo, donde ocuparía el más alto cargo en el Banco Europeo de Inversiones (BEI), no supone un problema para el actual gobierno, puesto que todo el gabinete se encuentra alineado conforme a la agenda planteada en la primera legislatura. En este sentido, Calviño se enfrenta contra la danesa y extitular de Competencia en la Competencia en la Unión Europea, Margrethe Vestager por el primer puesto en el organismo europeo.
Desafío fiscal
El Gobierno afronta el desafío de aprobar con la mayor brevedad posible los Presupuestos Generales del Estado para 2024. Es consciente de que hay poco espacio para maniobrar y que deberá lidiar con un Congreso fragmentado para conseguir consenso. El ajuste se acerca a los 11.000 millones de euros. Solo de esta manera se puede reducir el déficit del 3,9% del PIB al 3%, tal y como España se ha comprometido con Bruselas.
Uno de los retos más urgentes es maniobrar con las medidas anticrisis, que tienen un alto coste fiscal y que fueron puestas en marcha en 2022, cuando empezó la guerra de Ucrania. Y cuyo coste conjunto supera los 6.000 millones de euros – una cantidad equivalente al 0,3% del PIB– y con fecha de caducidad el próximo 31 de diciembre.
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