Alemania suma una nueva polémica a la serie de cancelaciones de intelectuales y artistas que han osado criticar la respuesta militar israelí en Gaza a los ataques de Hamás del 7 de octubre y la situación de la población civil en la Franja. La ciudad-Estado de Bremen, en el norte de Alemania, y la Fundación Heinrich Böll, afiliada a Los Verdes, han suspendido la ceremonia de entrega del premio Hannah Arendt de pensamiento político, que fue concedido hace meses a la escritora y periodista ruso-estadounidense Masha Gessen.
Estaba previsto que Gessen recibiera este viernes el galardón en Bremen, pero la publicación el fin de semana de un artículo largo en la revista New Yorker sobre la guerra de Gaza no ha gustado a las autoridades de la ciudad hanseática, que hace unos días anunciaron que se cancelaba la ceremonia. Posteriormente, la fundación calificó de “inaceptable” la comparación que hace Gessen en el texto entre Gaza y un gueto judío en la Europa ocupada por los nazis y se retiró también de la entrega.
El texto, titulado A la sombra del Holocausto, reflexiona sobre cómo Alemania gestiona su relación con el Estado de Israel, cuya seguridad se considera “razón de Estado”, y critica la prohibición del movimiento BDS (Boicot, Desinversión, Sanciones), que aboga por el boicot a Israel por la ocupación de territorio palestino. El Parlamento alemán lo calificó de antisemita en 2019 y desde entonces cualquiera mínimamente relacionado con la organización, incluso por haber firmado alguno de sus manifiestos, es objeto de críticas y cancelaciones.
El pasaje que ha levantado polvareda en Alemania es el que habla de Gaza en estos términos: “Durante los últimos 17 años, Gaza ha sido un recinto amurallado, empobrecido e hiperpoblado en el que solo una pequeña parte de la población tenía derecho a salir, aunque fuera por poco tiempo; en otras palabras, un gueto. No como el gueto judío de Venecia o un gueto urbano de Estados Unidos, sino como un gueto judío de un país de Europa del Este ocupado por la Alemania nazi”. La Sociedad Germano-Israelí de Bremen pidió la cancelación del premio en cuanto apareció el artículo.
“Línea roja”
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete
Las autoridades de la ciudad portuaria han justificado su negativa a entregar el premio a Gessen, ella misma judía, en que ha escrito “una comparación indescriptible que cruza una línea roja”. El premio Hannah Arendt, dotado con 10.000 euros, se otorga a personas que, siguiendo la tradición de la filósofa alemana, contribuyen al pensamiento y la acción política. La propia Fundación Heinrich Böll explica en su página web que el premio, que otorga un jurado internacional independiente, se concede a personas que “no temen entrar en el ámbito público exponiendo su opinión en debates políticos controvertidos”.
Después de tildar de “inaceptable” el artículo de Gessen, la Heinrich Böll ha matizado el porqué de su retirada de la ceremonia de entrega. “Queremos dejar muy claro que esta retirada no significa en modo alguno que nos distanciemos de Gessen, que queramos despojarla del premio ni que ya no valoremos la obra de Gessen”, aseguran Imme Scholz y Jan Philipp Albrecht, copresidentes de la fundación, en un comunicado enviado por correo electrónico a EL PAÍS. “Intentaremos organizar otro tipo de acto con Masha Gessen, un acto que permita un diálogo matizado, ya que hoy en día ese diálogo es más importante que nunca”, añaden.
Los críticos con la decisión de ambas instituciones destacan la paradoja que supone suspender un premio concedido en memoria de Arendt, pensadora judía alemana exiliada en Estados Unidos huyendo de los nazis, que teorizó sobre los totalitarismos, el mal absoluto de las dictaduras y “la banalidad del mal” de quienes trabajaban para ellas. Samantha Rose Hill, autora de un libro sobre Arendt y editora de sus poemas, lo ha calificado de “afrenta a la memoria de Hannah Arendt”. En su cuenta de X (antes Twitter) añade: “Si siguen su propia lógica, la Fundación Heinrich Böll debe cancelar por completo el premio Hannah Arendt”.
Gessen relató al periódico Die Zeit, que la entrevistó unos días antes de que se conociera la cancelación de la ceremonia de entrega, que Arendt fue una de las primeras personas que criticaron a Israel y la creación de un Estado judío en Palestina que excluía a la población árabe. “Soy consciente de que este tipo de comparación, especialmente en Alemania, se considera rápidamente como una relativización del Holocausto. Por eso es tan importante para mí que una pensadora tan diferenciada e inteligente como Arendt no rehuyera esta comparación”, declaró la escritora al periódico.
El caso de Gessen se suma a una larga lista de autores que han sido calificados de antisemitas y apartados de premios u otros actos por no seguir la rígida línea que en Alemania marca lo que debe ser la protección del pueblo judío. Esta se entiende en la mayoría de los casos como una defensa acrítica del Estado de Israel y su derecho a defenderse. La defensa de Israel es considerada “razón de Estado” en el país, donde la crítica al Gobierno de Netanyahu está prácticamente desaparecida del debate público y donde declaraciones a favor de los derechos humanos de los palestinos son censuradas.
El primer caso polémico se produjo en la Feria del Libro de Fráncfort, cuando se suspendió la ceremonia de entrega de un premio a la escritora palestina Adania Shibli, que fue acusada de estar a favor del boicot a Israel. El filósofo esloveno Slavoj Zizek fue abucheado durante la inauguración de la feria cuando recordó el sufrimiento de los civiles de Gaza. Hace unas semanas, se canceló una muestra de la artista sudafricana de origen judío Candice Breitz por sus “polémicas declaraciones” sobre la guerra de Gaza, así como la entrega, en noviembre, de un galardón a la escritora anglo-alemana Sharon Dodua Otoo —que el año pasado recibió la Orden del Mérito del Estado de Berlín— que entrega la ciudad de Bochum.
Sigue toda la información internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Suscríbete para seguir leyendo
Lee sin límites
_