Estados Unidos y algunos de sus aliados occidentales están dando muestras de inquietud y de considerar verosímil que Irán responda con un ataque directo contra Israel en represalia por el bombardeo israelí que mató a altos cargos de la Guardia Revolucionaria iraní en el consulado de ese país en Damasco el 1 de abril. Ese ataque supuestamente inminente de Irán contra Israel es una amenaza “real y creíble”, ha dicho este viernes el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, sin ofrecer más detalles sobre cuándo podría tener lugar. El presidente Joe Biden ha comparecido más tarde ante la prensa para afirmar que su país espera un ataque de Irán a Israel “más pronto que tarde”. Luego mandó el siguiente mensaje a Irán: “No lo hagan”, y subrayó el compromiso de Washington de defender a Israel. Horas antes, la Embajada estadounidense en Israel había emitido una alerta de seguridad a sus ciudadanos en la que prohíbe “a los empleados de la Administración estadounidense y a sus familiares viajes personales fuera de las zonas metropolitanas de Tel Aviv (…), Jerusalén y Beersheva hasta nuevo aviso”. También India, Canadá, Reino Unido, Polonia y Australia han instado a sus nacionales a no desplazarse a la región, al igual que Francia. España desaconsejaba viajar a Israel desde el inicio de la guerra, pero no ha actualizado ahora esas recomendaciones de viaje.
Mientras, el Gabinete de Guerra israelí tenía previsto reunirse este viernes por la tarde para analizar la amenaza iraní. El portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, compareció también por la tarde en rueda de prensa para alertar de que “los próximos días” requieren que su país esté “preparado y en estado de alerta”. Luego ha subrayado que Israel tiene planes “para diferentes escenarios de un ataque iraní”. Hagari ha subrayado que, a pesar de ello, las instrucciones de seguridad militares para los ciudadanos del país no han cambiado.
En este contexto de tensión, el ejército israelí ha confirmado también haber interceptado parte de los 40 cohetes que la milicia chií proiraní Hezbolá ha lanzado este viernes desde Líbano. Los proyectiles, que alcanzaron Israel e impactaron en su territorio, no causaron víctimas.
El diario The Wall Street Journal había asegurado por la mañana que Israel se está preparando para ese ataque desde Irán, en el sur o el norte del país, en las próximas 48 horas. Sin embargo, ese medio cita luego a una fuente “informada por los dirigentes iraníes” de que, aunque se están debatiendo los planes de ataque, en Teherán no se ha tomado ninguna decisión definitiva.
Según el diario israelí Haaretz, un funcionario estadounidense aseguró el jueves que los Informes de inteligencia de su país indican precisamente que ese ataque puede ser en territorio israelí, y no contra objetivos en el extranjero, un escenario que algunos expertos consideran más probable. El general Michael Erik Kurilla, el jefe del Comando Central del Ejército de Estados Unidos —el militar estadounidense de más alto rango para Oriente Próximo—, se ha reunido este viernes en Israel con el jefe del Estado Mayor del país, Herzl Halevi, y con el ministro de Defensa, Yoav Gallant. Kurilla ha viajado varias veces al Estado judío en los más de seis meses que dura la guerra de Israel en Gaza.
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Según el The Times of Israel, Washington ha ordenado además a uno de sus portaaviones en la región, el USS Dwight Eisenhower, que se aproxime a Israel por el Mar Rojo, en una “muestra de disuasión por parte de la administración de Biden”, remarca el diario. Este portaviones puede interceptar misiles lanzados desde Irán.
El ministro de Exteriores de Irán, Hosein Amirabdolahian, había asegurado este jueves por la noche a sus homólogos británico, australiano y alemán que su país no pretende “escalar las tensiones en la región”, pero que la falta de respuesta internacional ante el ataque contra el consulado y la residencia del embajador iraní en Damasco (Siria) del 1 de abril, habilita a su país para “castigar” a Israel. “La legítima defensa se convierte en una necesidad”, aseguró el ministro a sus homólogos, según escribió Amirabdolahian en su cuenta en X (antes Twitter).
“Muy improbable”
Mientras, en Irán los ciudadanos no dan muestras de estar preocupados por la posibilidad de una guerra abierta con Israel, asegura desde Teherán por correo electrónico la periodista y analista Fereshteh Sadeghi.“Los iraníes son gente inteligente y no sienten que sea inminente un ataque, al menos por ahora”, señala. Sadeghi destaca cómo Irán ha mantenido hasta ahora una política de “paciencia estratégica y moderación”.
El iranólogo Raffaele Mauriello, profesor de la Universidad Allameh Tabataba’i de Teherán, coincide y señala cómo tradicionalmente Irán ha respondido a los ataques de Israel “al mismo nivel o incluso a una escala algo menor”.
“El ataque israelí fue contra un consulado iraní [en Damasco], que técnicamente se puede considerar territorio iraní, como dijo el líder supremo [ayatolá Ali Jamenei] en sus redes. Y así es, pero no es exactamente lo mismo que atacar directamente suelo iraní. Si Irán ataca directamente a Israel, estaría subiendo un poco el tiro y no es lo que hace normalmente”, asegura el profesor. Mauriello cree que “una gran novedad” es que Teherán está empezando a usar sus misiles balísticos en la región, pero puntualiza que la posibilidad de que “pueda lanzar estos misiles contra Israel” le parece “muy improbable”.
Entre los variados escenarios que plantea este especialista, destaca el de un ataque iraní contra los Altos del Golán, un territorio sirio que, en su mayor parte, está ocupado por Israel desde 1967.
Fereshteh Sadeghi apunta, por su parte, que “las autoridades [iraníes] están evaluando cuidadosamente la situación. Irán pasó por una guerra devastadora en la década de 1980 (…). Tanto esas autoridades como el pueblo saben lo horrible que podría ser la guerra. Por eso, tratan de evitarla y, al mismo tiempo, consideran que hay que poner a Israel en su sitio. Supongo que los iraníes ya han advertido a Estados Unidos y a los países occidentales que apoyan a Israel de que una represalia, si se produce, sería un ataque táctico para castigar a Israel”, recalca
Mientras, una delegación israelí sigue en El Cairo para negociar con Hamás un posible alto el fuego que permita un nuevo canje de alguno de los 133 rehenes israelíes que siguen en Gaza y de los que Washington cree que un número elevado podrían estar muertos.
Estas negociaciones en curso no han detenido los bombardeos de Israel en el territorio palestino. Al menos 89 personas han muerto en ataques israelíes en las últimas 24 horas, entre ellas 25 personas de una única familia, según el Ministerio de Sanidad de la Franja gobernada por Hamás. Estas víctimas han elevado la cifra de muertos en la guerra a 33.634, según esa fuente. En Cisjordania, colonos y soldados israelíes han atacado este viernes la aldea de Al Mughayer, cerca de Ramala, y matado a un palestino y herido a otros seis, según la Media Luna Roja palestina.
En Gaza, una treintena de personas ha perecido por inanición, y de ellos, al menos 27 eran niños, según Naciones Unidas. La ONU calcula que más de la mitad de los 2,2 millones de gazatíes padecen una carencia extrema de alimentos, mientras que, en el norte, ya a mediados de marzo, un informe internacional alertaba de una inminente hambruna. Este viernes, las autoridades israelíes han anunciado que los primeros camiones con ayuda humanitaria para la mitad septentrional del territorio habían entrado la víspera en esa región de la Franja por un nuevo puesto fronterizo habilitado por Israel. La semana pasada, el Gobierno israelí se comprometió con EE UU a abrir el paso fronterizo de Erez, también en el norte, tres días después del ataque israelí contra el convoy de la ONG World Central Kitchen. Ese paso sigue cerrado.
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