“Cuidadosamente” se está convirtiendo en una de las palabras favoritas del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. Desde que puso su énfasis en ella en el simposio de Jackson Hole de finales de agosto, la ha repetido una y otra vez para describir los próximos pasos del banco central estadounidense con la política monetaria, ante la “serie de incertidumbres, tanto antiguas como nuevas”, que complican su tarea. La última vez ha sido este jueves en su esperado discurso en el Club Económico de Nueva York. Aunque ha dejado abierta la puerta a una subida adicional de los tipos, los mercados han interpretado el “cuidadosamente” como que no habrá movimientos en la próxima reunión, que concluye el 1 de noviembre.
Con el “cuidadosamente”, Powell evita dar demasiadas pistas sobre lo que piensa hacer con los tipos de interés. Este jueves ha dado un discurso lleno de matices, en un acto que se ha visto interrumpido por la protesta de manifestantes medioambientales. Al retomarse el programa, ha insistido en que la batalla contra la inflación no está ganada; ha dicho que es necesario enfriar más la economía, ha asegurado que endurecerá la política monetaria si lo considera necesario, pero también ha dejado caer que la subida de los tipos de interés a largo plazo y el endurecimiento de las condiciones económicas en general está haciendo parte de ese trabajo. El presidente de la Reserva Federal ha presumido además de estar logrando por ahora el deseado aterrizaje suave: una reducción de la inflación sin provocar una recesión en toda regla que eleve las tasas de paro.
“La inflación sigue siendo demasiado alta, y unos pocos meses de buenos datos son solo el principio de lo que será necesario para generar confianza en que la inflación desciende de forma sostenible hacia nuestro objetivo”, ha advertido Powell, que ha advertido de que no hay visibilidad sobre dónde se asentará la inflación en los próximos trimestres. “Aunque es probable que el camino sea accidentado y lleve algún tiempo, mis colegas y yo estamos unidos en nuestro compromiso de reducir la inflación de forma sostenible hasta el 2%”, ha insistido.
Ha explicado también las razones por las que está siendo posible por el momento el aterrizaje suave. “Hasta la fecha, el descenso de la inflación no se ha producido a costa de un aumento significativo del desempleo, un hecho muy positivo, pero poco habitual en la historia”, ha asegurado. “El saneamiento de las cadenas de suministro, junto con el reequilibrio de la oferta y la demanda en el mercado laboral, ha permitido la desinflación sin un debilitamiento sustancial de la actividad económica”, ha argumentado.
Powell ha recordado que el crecimiento económico ha sorprendido sistemáticamente al alza este año, y que siguen apareciendo indicadores que muestran la fortaleza de la actividad, como el de ventas al por menor de septiembre, publicado esta semana. En general, ha recordado, los analistas prevén un fuerte crecimiento del producto interior bruto en el tercer trimestre, antes de enfriarse en el cuarto y el próximo año. “Con todo, los antecedentes sugieren que para volver a nuestro objetivo de inflación del 2% de forma sostenible probablemente será necesario un periodo de crecimiento por debajo de la tendencia y un cierto debilitamiento de las condiciones del mercado laboral”, ha dicho.
Según Powell, la aparición de nuevas pruebas de un crecimiento persistentemente por encima de la tendencia, o de que las tensiones en el mercado laboral ya no se están atenuando, “podría poner en peligro los avances en materia de inflación y justificar un mayor endurecimiento de la política monetaria”, ha advertido.
Tipos a largo plazo
A la vez, sin embargo, ha reconocido que “las condiciones financieras se han endurecido significativamente en los últimos meses y los rendimientos de los bonos a largo plazo han sido un importante factor impulsor de este endurecimiento”. El mercado secundario puede estar haciendo parte del trabajo sucio a la Reserva Federal y ahorrarle alguna de las subidas de tipos, según se desprende de lo que ha dicho: “Seguimos atentos a esta evolución porque los cambios persistentes en las condiciones financieras pueden tener implicaciones para la senda de la política monetaria”.
En la última reunión de su comité de política monetaria, la Reserva Federal se tomó un respiro y mantuvo los tipos de interés en el rango del 5,25-5,50%. La mayoría de sus miembros, sin embargo, aún esperaba otra vuelta de tuerca de un cuarto de punto antes de fin de año. Además, los miembros del comité preveían mantener los tipos más altos durante más tiempo del que se esperaba. Según sus previsiones, para el cierre de 2024 aún estarían en el rango del 5,0%-5,25% (5,1% es la mediana de las previsiones) y en 2025 aún se situarían en el entorno del 4% (3,9% es la mediana).
Antes de fin de año quedan dos reuniones de política monetaria de dos días de la Reserva Federal, la del 31 de octubre y 1 de noviembre y la del 12 y 13 de diciembre. En su discurso de este jueves, Powell ha reconocido que hay riesgo tanto de quedarse corto con las subidas de tipos y que la inflación se enquiste como de pasarse y provocar un daño innecesario a la economía. “Dadas las incertidumbres y los riesgos, y lo lejos que hemos llegado, el comité procede cuidadosamente”, ha concluido.
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